Es contador y realiza la auditoría externa de nuestra Cooperativa. Además, se desempeña como gerente de la Cooperativa de Servicios de Colonia Caroya y Jesús María, que desarrolla uno de los modelos de gestión multiservicio más exitosos de la provincia: Energía, Agua, Telefonía,Internet, Televisión digital, Fábrica de Postes, Banco de Sangre, entre otros. En esta nota, nos habla de su visión sobre nuestra institución y del papel fundamental de las cooperativas en el desarrollo regional y local.
-¿Cómo estaba la Cooperativa de San Marcos cuando usted empezó y cómo la ve ahora?
Se podría decir que sin un rumbo definido, con escasa visión de un proyecto integrador a futuro en función de las necesidades y posibilidades de San Marcos. Con falta de integración entre los trabajadores y el Consejo de Administración, fruto de un modelo anterior más verticalista. Hoy hay un proyecto integral de desarrollo que expresa las potencialidades que tiene el pueblo; los empleados están empapados de eso y se han adaptado a una forma de trabajo en equipo. Los frutos se ven: se consiguieron los reguladores de tensión, se incorporó la venta de Electrodomésticos, se compró una camioneta 0 Km para la línea, se está gestionando con organismos cooperativos como el IMFC o el AFSCA para nuevos servicios. Todo con un balance equilibrado a pesar de las duras condiciones económicas que viven las Cooperativas pequeñas.
-¿Qué ventajas presenta el modelo Cooperativo para la prestación de servicios en comparación con el modelo empresarial?
Primero la de pensar desde la necesidad del pueblo. Pero una necesidad identificada como un potencial de desarrollo local social y económico, más que como una oportunidad de inversión y ganancia. Las Cooperativas de servicios son empresas privadas de propiedad colectiva que se desarrollan en un mercado en competencia. Eso quiere decir que tienen la capacidad de generar proyectos empresariales, logrando competitividad y con las reglas que impone el mercado; pero evaluando resultados con una mirada más amplia y productiva que la de la utilidad económica.
Las inversiones locales con tendido de redes para una mejor infraestructura, el equipamiento tecnológico o la mano de obra especializada se generan pensando en el desarrollo futuro local, no en la rentabilidad. En cambio, en el modelo empresarial cuando un servicio no rinde, no se brinda; si comenzó y no dio resultado, se retira y deja de cubrir esa necesidad. Si genera ganancias, nada garantiza que esas utilidades o las fuentes de trabajo sean para el pueblo…
Las cooperativas son el opuesto de eso; la provisión de electricidad es un ejemplo: un “negocio” sin utilidades cuyo inicio y continuidad solo garantizaron las cooperativas por una necesidad de desarrollo local que surge de un objetivo común. Lo mismo se aplica hoy a las redes FTTH, a la televisión paga, a la telefonía…
-¿Cuál es la clave del éxito de la cooperativa que usted gerencia?
Un Consejo que fue y es capaz de visualizar un modelo a largo plazo en función de las necesidades de la región, presentes y futuras. Eso permitió desarrollar una serie de servicios muy valorados por la gente, capitalizando, por ejemplo, las posibilidades que da el mercado de las comunicaciones y servicios audiovisuales.
Hoy tenemos un canal de TV, lo que implica generación de contenidos locales: información, entretenimiento, ficción pensados desde y para Colonia Caroya y Jesús María. Además, pudimos ofrecer todos estos servicios a un precio de mercado menor que la competencia privada: mientras Cablevisión está cobrando $ 370 mensuales por la TV por cable, nosotros ofrecemos 91 señales SD+24 señales HD por $ 315 pesos, o un pack de 91 señales SD+video a demanda por $ 260. O planes de telefonía móvil que no se encuentran en la competencia por $ 95.
Es decir, brindamos lo que la gente necesita, con mejores precios y bajo un modelo donde la propiedad y el control lo tiene el asociado.